UN PUNTO DE VISTA. Un breve relato sobre el fenómeno mal llamado "microteatro"
Por Carlos Rojas
En 2009 surgió en Madrid, en las habitaciones de un burdel que fue reacondicionado, el llamado "microteatro", obras de corta duración para un grupo reducido de espectadores. De allí saltó a otros países. Lo del corto tiempo no fue novedoso en ningún lado. Lo del escaso público tampoco. Lo del burdel creo que tampoco. He conocido directores, actrices y actores, dramaturgos (o que dicen o pretenden serlo) que ejercen la prostitución. De verdaíta. Pero no, la relación del teatro y la prostitución no es obligada sino eventual, casual, accidental y, a veces por necesidad, pero nunca es creativa. No he pagado más microteatro en Venezuela ni en Dominicana desde que, la única vez que lo hice en su primera temporada, salí despavorido de lo que vi y escuché: temas tratados banalmente; actuaciones aburridas y superficiales; lenguaje pobreton; dirección inexistente... No digo que sea siempre así. Debe haber micro-obras buenas, como las hay de extensa duración que son insoportables, pero yo prefiero no volver a arriesgarme ni que me paguen por verlas. Algunos títulos aburren de solo leerlos: "El chaparro de Supermán", "La mamanoséquecosa", "Aga-rramela", "Yo soy Gatúbela", "Yo si que no te la doy" "Dos locas en apuros" y otras originalidades por el estilo. No obstante, no digo a nadie que no vaya a verlas, sino que me abstengo de arriesgarme. Lo aclaro no vaya salir algún avispado a acusarme de sabotearle la microgenialidad que monta. O mejor, VAYAN A VER PIEZAS DENOMINADAS ASÍ Y LUEGO, ME CUENTAN, a ver si supero el trauma y me decido nuevamente a la aventura microteatral. Me preguntan un par de jóvenes teatreros mi opinión sobre el género (¿o subgénero? ¿tendencia? ¿moda? ¿vanguardia? ¿refrito? ¿esnobismo? ¿negocio? ¿curiosidad?...como fenómeno teatral me interesa más no como resultado final. No sé como calificarlo) y le contesté que sobre el caso solo tenía interrogantes, que fueran a verlas, pagaran su entrada, y luego, después de calcular la relación costo/beneficio, me dijeran su parecer. Ojalá les vaya bien. Lo deseo de corazón. Ruego al Señor por ello. Amén.